martes, 24 de enero de 2012

LA SOCIEDAD EN LA POSGUERRA ESPAÑOLA

Voy a hablar de lo que sucedió en la posguerra española, los acontecimientos que tuvieron lugar.
Hay que decir que la gran víctima de la Guerra Civil, la principal afectada, fue la población, las gentes de ciudades y pueblos. El final de la guerra ocasionó que la sociedad quedara dividida en dos bandos claramente diferenciados y enfrentados entre sí:

-Los Vencedores, partidarios de Franco y simpatizantes del régimen que este instauró.
-Los Vencidos, a los que se llamaba despectivamente “Rojos”, y lógicamente, opuestos al Franquismo. Este grupo era reprimido duramente, tanto de manera física, como psíquica, e incluso laboral. Eran, asimismo, rechazados y marginados por la sociedad.

Había mucha escasez de recursos, lo que provocó la vuelta a una vida rural. Muchas personas tuvieron que irse al campo, para buscar refugio, alimentos o trabajo, y así poder huir del ambiente reinante en las ciudades. La poca comida que podían conseguir además, era de mala calidad, pues, por poner un ejemplo, las lentejas estaban llenas de tierra y bichos. En este mismo contexto, muchas personas fueron a esconderse en las montañas. El motivo de esto era la dificultad que existía para salir del país, además de que algunos tampoco querían abandonarlo. Es entonces en las montañas donde empiezan a aparecer grupos de guerrilleros, contrarios al Franquismo, que pretendían, digamos, boicotear las actividades de los franquistas. Estos eran los llamados maquis, y sus lugares de asentamiento fueron, sobre todo, en Toledo, Extremadura y Asturias.

Aumentó la desigualdad entre la gente, porque los ricos aumentaron sus riquezas y los pobres se hundieron aún más en la miseria. Además, había mucho analfabetismo, pues la gente se conformaba con leer y escribir.

Sufrieron muchas familias durante esta época, pues se produjeron “aislamientos”. Esto quiere decir que los miembros de las familias tenían que pasarse al bando de los vencedores para poder ver a sus amigos, vecinos o familiares, aunque esto no les hiciese mucha gracia. Siguiendo con este contexto familiar, tuvieron lugar enfrentamientos entre familias de ideales políticos contrarios. Las familias que gozaban del favor de la Guardia Civil daban “el chivatazao” para que fuesen a fusilar a la familia “roja”. Así que dicha familia era apresada, encarcelada, y fusilada después. Una vez que la casa estaba vacía, la Guardia Civil entraba y la saqueaba, llevándose los objetos de valor que encontrasen (vajilla, joyas, jamones, etc.).

Había mucha presión ideológica. En las escuelas debían tener un crucifijo, una foto de Franco y otra de Primo de Rivera y los niños eran obligados a cantar el “Cara al sol” con la mano alzada, todos los días, frente a la fotografía de Franco.
Por otro lado, quien quisiese oír noticias de carácter liberal, tenía que escuchar emisoras clandestinas, como “La Pirenaica” (que retransmitía desde los Pirineos) o la BBC (desde Londres). Sin embargo, estaban controladas por los franquistas, de modo que si se decía algo que no querían oír o se excedían de liberales, se interrumpían las emisiones provocando interferencias.

Un suceso que me ha parecido importante e interesante mencionar es el de los llamados niños perdidos del franquismo, o niños robados. Estos niños eran arrebatados a sus familias al ser encarceladas estas o asesinadas. Se los quitaban a las madres encarceladas desde recién nacidos o cuando eran muy pequeños, para dárselos a otras familias simpatizantes del Franquismo que no podían tener hijos, en adopciones ilegales. En otras ocasiones eran metidos a conventos y obligados a convertirse en monjas o religiosos. Se les cambiaba el apellido y sus familias originales jamás volvían a verlos. Muchos niños fueron sustraídos de entornos maquis como represalia por el comportamiento y los actos que perpetraban estos.
Este hecho de los niños robados se fundamentaba en la creencia que tenían los franquistas sobre “depurar la raza”. Decían que eso era algo que podía corregirse desde muy temprana edad y por eso separaban a los niños de sus madres desde pequeños, para evitar su posible “contaminación y degeneración”. Franco, con motivo de este plan, mando expresamente rapatriar a muchos niños que habían sido enviados al extranjero por sus padres durante la guerra, para protegerlos.

Todos estos actos injustos y violentos generaron mucho resentimiento y ansias de venganza por parte de los republicanos.

Por último, mencionaremos el papel de la mujer en la posguerra.
Tiene, pues, un papel bastante secundario. Estaba subordinada al padre, marido o hermano, de manera que siempre había un hombre por encima de ella al que debía obedecer, sumisa. La mujer no podía frecuentar lugares públicos ella sola, pues debía ir siempre acompañada del marido, pues el que fuese sola estaba mal visto. Tampoco podía trabajar en empleos públicos, solamente podía desempeñar unos trabajos provisionales, para poder conseguir el sustento necesario para mantener a la familia en caso de que el marido tuviese que ausentarse porque fuese requerido por Franco, pero una vez que el hombre volviese al hogar, la mujer debía dejar ese empleo y volver al lugar que le correspondía, que era la casa, cuidando sumisamente del marido y los hijos. Como ejemplo de este tipo de trabajos es el de costurera. A la mujer, la única salida que le quedaba, era el matrimonio, al cual debía llegar casta. En caso de que se le pasase la edad de casarse, lo mejor era que ingresase en un convento, pues era mal vista por la sociedad, y considerada rara por el resto de mujeres.
Curioso es el dato que dice que la mujer debía mostrar siempre una sonrisa en su rostro, independientemente de cómo se encontrase. No podía mostrar una expresión seria y adusta, pues esta estaba reservada para el hombre.

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