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En 1939, allá en los montes de Toledo, en un pueblo aislado llamado Robledillo, desconocido por muchos en aquella época, vivía una familia entre medio centenar de casas con sus respectivas familias soportando las durezas del fin de la guerra, vivían como podían, mejor dicho, intentaban sobrevivir en aquel mar de venganzas, pobreza y continuas muertes, donde la mayoría de los días de la semana ocurrían sucesos; historias que poco a poco son olvidadas, pero no perdonadas.
Tras despertarse la familia De
De vuelta a casa, casi todos los días, se encontraban con escenas algo escabrosas, e incluso desagradables, era corriente ver como se producía un fusilamiento de unas pobres gentes, tras ver ese horripilante asesinato, mas tarde, llegaban los rumores del porque han sido castigados y condenados a muerte, casi todos los fusilamientos lo mismo, sucia venganza entre familias, rencor acumulado, incluso mentiras, todas estas cosas, bien presentes en el ser humano, se desvanecían tras una ráfaga de disparos. Siempre igual.
Cuando la noche llegaba las velas y los candiles se encendían, la casa tenía un cierto olor a tela quemada y aceite, los trapos empapados ardían como siempre, indiferentes al mundo. De cenar, lo mismo que siempre, caldo, sobrante de la comida de todos los dias, garbanzos. Tras esta simple cena, la paja en el establo y en las pequeñas habitaciones estaba preparada para recibir a las cansadas y pesadas almas que vivían en aquella casa.
Llegada de nuevo la mañana, se hacia lo de siempre, un escaso desayuno, un paseo hacia la rivera del río, y vuelta a casa. Algunos días la llegada el pueblo era tranquila, parecía que ese día ninguna familia o persona iba a ser asesinada, así es, algunos días los rifles simplemente eran paseados. Cuando la familia De
Un día, después de la visita al río, se acercaban a su casa, cuando la madre se percató de que la puerta de su casa estaba abierta, la alegría invadió su cuerpo, su querido marido había vuelto. Tras entrar corriendo al pequeño patio se encontró con una persona, casi sin conocimiento tirada en el suelo.
Era un refugiado de guerra, escondido en las montañas, sin comida, perseguido y casi sin vida. La familia De
Las cosas en Robledillo se iban calmando, ya no se veía apenas un fusilamiento, o algún cruel abandono, el marido y cabeza de familia de los De
Me ha gustado mucho la sensibilidad que desprende esta entrada.
ResponderEliminarAtentamente,