domingo, 11 de diciembre de 2011

La Restauración

Es el período de tiempo de España comprendido entre 1874 y 1923. Durante esta etapa se sucidieron el reinado de Alfonso XII (1874-1895), la Regencia de María Christina (1885-1901) y Alfonso XIII (1901-1931). El término Restauración se refiere a que supuso la vuelta de los Borbones, que lo habían perdido tras la revolución de septiembre de 1868, llamada <>, que derrocó a la reina Isabel II, madre de Alfonso XII.
La Restauración comenzó el 29 de diciembre de 1874, con el pronunciamiento de General Martínez Campos en Sagunto, que supuso el final de la I República, presidia entonces por el General Serrano.

Los casi cincuenta años de duración de este período concluyeron con otro pronunciamiento militar el 13 de diciembre de 1923, que dio paso a la dictadura de Primo de Rivera.


Orígenes de la Restauración

El período isabelino significó la hegemonía del partido moderado, que defendía el nuevo régimen liberal surgido tras la crisis del Antiguo Régimen, pero en sentido restrictivo, siguiendo lo que se conoce como Liberalismo doctrinario.
Este régimen, que significaba el predominio político de los propietarios agrarios beneficiados por la desamortización y las clases conservadoras, bloqueaba el acceso al poder de los partidos de oposición, para quienes no quedaba otro recurso que el pronunciamiento o la revolución.
Esta situación se quebró en 1868, dando paso a una agitada etapa que se prolongó durante seis años y que conoció varios régimenes políticos: regencía, monarquía democrática de Amadeo de Saboya, república federal y república conservadora, en los que fueron poniéndose en práctica los diferentes proyectos de la coalición que hizo posible la Revolución.
La profundización de los principios liberales en sentido democrático, la defensa de las libertades y el peso político que adquirieron pequeña burguesía y clases populares no eran facilmente admisibles para quienes habían controlado el poder en las décadas anteriores. La agitación y los conflictos bélicos (Guerra Carlista, Guerra de Cuba, conflicto cantonal) impulsaron a las clases conservadoras a apostar por la Restauración de la monarquía.

El sistema político de la Restauración


Cánovas del Castillo había sido ministro en tiempo de Isabel II por la Unión Liberal. Si bien era opuesto al exclusivismo del partido moderado, tampoco era partidario de las libertades reconocidas en el Sexenio. Sin embargo, Cánovas llegó a la conclusión de que la única salida a la agitada política española del XIX , salpicada de que pronunciamientos y revoluciones, era articular un sistema político en que las oposiciones pudieran ocupar el poder por vías pacíficas. A este sistema se le conoció como turnismo.
El turnismo se basó en la creación de dos grandes partidos, uno en sentido conservador, liderado por el propio Cánovas, el partido Liberal-Conservador, y otro en sentido liberal , heredero del régimen de libertades del Sexenio, presidio por el político riojano Práxedes Mateo Sagasta y conocido como Partido Liberal-Fusionista.

Antonio Cánovas del Castillo

A estos dos partidos les correspondía agrupar al maxímo número posible de grupos y facciones, con el único requisito de aceptarla monarquía alfonsina. Por este motivo, se les conocía como partidos dinásticos. Estos dos partidos se <> en el poder (de ahí el nombre de turnismo). A cada mandato de un partido le sucedía un gobierno del otro. De esta forma, aunque se dejaba fuera las minorías carlista y republicana, se garantizaba una importante estabilidad, que se tradujo en la largaduración del régimen.
Claro que para ello había que basarse en un sistema no democrático, aunque fuera de carácter representativo. Es decir, se elegía un parlamento, pero las prácticas caciquiles y el gran pacto entre los dos partidos hizo que siempre ganara las elecciones el partido que las convocaba.
En un sistema democrático, el partido que gana las elecciones forma el gobierno. En el sistema de la Restauración, en cambio, el rey nombraba el gobierno, y después se hacían las elecciones para que ese gobierno tuviera una mayoría parlamentaria con la que gobernar. Esto hizo que el sistema electoral de la Restauración tuviera que descansar sobre el caciquismo.













domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Qué es la Única Contribución y el Catastro de Ensenada?

Durante el reinado de Fernando VI, llamado también “El Prudente” o “El Justo”, tuvo lugar una revolucionaria apuesta para renovar el panorama económico del país llevada a cabo por uno de sus más estrechos colaboradores, el Marqués de la Ensenada.

Debido al gasto que supuso la edificación de La Granja en Segovia y la necesidad de crear una flota más fuerte para poder enfrentarse a la inglesa, así como para defender las indias, el rey se ve obligado a imponer una serie de ajustes. A esto se le suma, además, la profunda crisis en la que se encontraba la Hacienda Real. Para ello Don Zenón de Somodevilla, Marqués de la Ensenada, impulsa una reforma sin precedentes, la Única Contribución, la cual pretendía eliminar todos los impuestos denominados Rentas Provinciales tales como el de alcabalas, estancos, portazgos… así como el diezmo que recibía la Iglesia, y congregarlos en uno sólo y del que todos deberían formar parte, sin excluir al clero o la nobleza. Esto supuso un cambio demasiado grande para que la sociedad pudiese aceptarlo, la Iglesia y los nobles no estaban dispuestos a perder sus privilegios de no pechar y recibir, asimismo, parte de los impuestos.







Retrato de Fernando VI,
"El Prudente" o también llamado "El Justo".





















Para llevar a cabo la elaboración de este impuesto se creó el Catastro de Ensenada que era un estudio de las extensiones territoriales, las viviendas, las cabezas de ganado, los animales de labor, monasterios, vasallajes, ventas… de cada población realizado a partir de unas cuarenta preguntas. Fueron las arcas reales las que pagaron los gastos de este estudio ya que, si tuviera que haberlo pagado el pueblo, el proceso hubiese sido mucho más lento y complejo.

Se utilizó la palabra catastro porque, además de que significa averiguación o pesquisa, se aplica al modo en la que ésta se hace, es decir se realizaba desplazándose a los pueblos con un grupo de funcionarios que se encargaban del estudio; sin embargo, si el rey hubiese encomendado al pueblo que él mismo hiciese la averiguación, se denominaría amillaramiento.








Retrato anónimo de Don Zenón de Somodevilla,
Marqués de la Ensenada.














No llegó a implantarse la Única Contribución debido a que los sectores privilegiados opusieron una férrea resistencia. No obstante, esta reforma, aunque no fuese llevada a cabo, fue un pilar clave para actuaciones posteriores como, por ejemplo, la desamortización de Mendizábal. Asimismo, el Catastro de Ensenada ofrece, en la actualidad, una gran fuente de estudio sobre las tierras, las personas o la riqueza de cada pueblo en la época.


Fuentes:
- www.arcarate.es
- www.hinojosaguadalajara.es
- www.dialnet.unirioja.es
- www. wikipedia.org
- Google imágenes
- Apuntes del profesor David Alonso García de la UCM





miércoles, 23 de noviembre de 2011


LA POLÍTICA INTERNACIONAL EN TIEMPOS DE FERNANDO VI

La idea que mejor define la política exterior que llevó a cabo Fernando VI fue la búsqueda de la neutralidad internacional. Fernando se orientó a conservar la paz, liquidando el belicismo del reinado anterior, el de Felipe V. Con esto, se pretendía reducir el peso de los gastos militares y concentrar las energías sobre el desarrollo interior.


Nuestro monarca contó con la ayuda de una serie de ministros, siendo los más destacados el Marqués de la Ensenada, José de Carvajal y Lancáster y Ricardo Wall. El marqués de la Ensenada era secretario de Hacienda, de Guerra, de Marina y de Indias, entre otros títulos y cargos que ostentaba. Era neutralista y francófilo, además de un decidido reformista en política interior. José de Carvajal y Lancáster, era el secretario de Estado, sustituyendo en dicho cargo al marqués de Villadarias. Era anglófilo. Lo tenemos en la foto de abajo.

Si Carvajal pretendía el acercamiento a Inglaterra y Portugal, y el levantamiento de un poderoso ejército capaz de equilibrar la balanza con Francia en el continente, Ensenada abogaba más por la reconstrucción naval, que fortaleciese los lazos con América y protegiese el comercio español del corsario inglés. Ambos ministros se opusieron el uno al otro, pero también se complementaron, lo que favoreció un crecimiento equilibrado sin orientaciones claras.

Ahondando ya en la cuestión que nos ocupa, Fernando VI heredó el segundo pacto de familia (tratado de Fontainebleau, de 25 de octubre de 1743), pero con poco entusiasmo. Continuar la Guerra de Sucesión de Austria no encajaba con su idea de neutralidad, pero tampoco se atrevía a desligarse totalmente de los compromisos adquiridos, pues si pactaba con los ingleses, Francia no prestaría su apoyo a los infantes españoles: a Don Felipe, para establecerse en Milán y en los ducados de Parma y Plasencia; a Don Carlos, para garantizarle el reino de Nápoles. Además, Francia se había comprometido también a declarar la guerra a Inglaterra, con objeto de que España pudiera recuperar Gibraltar y Menorca, ambas en poder de los ingleses. Así pues, la política de equilibrio se presentaba difícil. El gobierno español necesitaba un entendimiento tanto con Francia como con Inglaterra. Con esta especialmente para proteger sus posesiones y el comercio con América, y porque la esperanza de un Gibraltar español, sobre todo, se avenía con cualquier alianza. Por otra parte, ni Fernando VI ni sus ministros estaban dispuestos a ceder a las pretensiones inglesas de tutela de la Península y en las provincias de América. La guerra, pues, continuó, combatiendo las tropas españolas junto a las francesas y obteniendo algunos éxitos en Provenza, al mando del infante Don Felipe, del marqués de la Mina y del mariscal Belliste. Las victorias de las fuerzas conjuntas galohispanas entorpecieron la maniobra del ministro inglés duque de Newcastle, que confiaba obtener algunos triunfos militares para negociar en buenas condiciones con Francia y España.

Fernando VI consideró como cuestión personal oponerse a cuanto pudiera perjudicar los intereses de los infantes Don Felipe y Don Carlos en Italia, y no ceder en lo referente a Gibraltar y al asiento de negros. Por lo que respecta al asiento, que era un convenio o acuerdo entre la corona y un particular, mediante el cual este último recibía una explotación comercial con carácter de monopolio, lo ejercía Inglaterra en América, en exclusivo provecho suyo, beneficiándose también, desde la Paz de Utrecht, del navío de permiso. Por esta concesión, que afectaba al tráfico comercial con las posesiones españolas en América, Inglaterra no sólo había conseguido enviar un buque de 500 T anualmente, sino que había introducido la idea de la libertad de comercio y efectuado un intenso contrabando, que desembocó en el acaparamiento de las importaciones en los puertos con los que establecía contacto.


Olvidándose de los compromisos contraídos con España por el segundo pacto de familia, Francia comenzó a negociar unilateralmente con Inglaterra. El resultado fue que el gobierno español se vio obligado a aceptar el tratado de Aquisgrán (1748), que ponía fin a la guerra de Sucesión de Austria. Por este tratado, al infante Don Felipe se le reconocía el derecho a los ducados de Parma y Plasencia, pero se le sustituía el más importante de Milán por el insignificante de Guastalla. De Gibraltar y Menorca no se decía nada. Inglaterra continuaba beneficiándose del asiento de negros y del navío de permiso. Dentro del marco de la guerra de Sucesión de Austria, pero en América, se desenvolvió la guerra de la Oreja de Jenkins (1739- 1748) entre España e Inglaterra, que los españoles denominaban guerra del Asiento.


Guerra de la Oreja de Jenkins entre España e Inglaterra. En naranja, dominios españoles; en amarillo, dominios franceses; en verde, dominios ingleses. El símbolo del barco indica la ruta de la flota española. Las estrellas rojas simbolizan los ataques ingleses.








Terminado el conflicto, Fernando VI pudo llegar a un acuerdo con los ingleses, a través de la política de entendimiento hispanoinglés, propugnada por Carvajal y encaminada a favorecer la seguridad de las posesiones españolas en América y a garantizar la devolución de Gibraltar y Menorca. En octubre de 1749 se concertó con el embajador inglés Keene un convenio por el que España indemnizabaa la Compañía inglesa del Sur por los cuatro años que había estado en suspenso el asiento de negros y se confirmaban los tratados anteriores en lo referente a la navegación y comercio de los ingleses en los puertos españoles.

Benjamin Keene (1697-1757), embajador inglés.


El esquema de neutralidad española se completó, respecto a Portugal, con la firma de un tratado en 1750, por el que se fijaban los límites de los dominios de ambos países en América. Portugal devolvía a España la colonia de Sacramento (situada al norte del Rio de la Plata), a cambio del territorio paraguayo de Ibicuy, donde los jesuitas habían fundado misiones; pero la oposición surgida en Portugal y en España por parte del Consejo de Indias, de Ensenada, de los jesuitas, y del infante Don Carlos, impidió que se ratificase el tratado. Además, los indios guaraníes no querían ser controlados por los portugueses, lo cual desembocó en la denominada Guerra Guaranítica (1754-1756).

Posesiones de España y a Portugal tras el tratado de Madrid de 1750.
En verde, los territorios de España; en amarillo, los de Portugal.


Con Cerdeña, se estrecharon las relaciones, concertándose el matrimonio de la infanta María Antonieta Fernanda, hija menor de Felipe V e Isabel de Farnesio, con Víctor Amadeo, duque de Saboya, heredero del trono sardo.

Víctor Amadeo III de Cerdeña (1726-1796) a la izquierda. A la derecha, María Antonieta Fernanda (1729-1785).







Con Austria, se formó una alianza defensiva, cuyo objeto era mantener la paz en Italia y asegurarse mutuamente sus dominios en Europa. El instrumento de esta alianza fue el tratado de Aranjuez, el 14 de julio de 1752.

Las relaciones con la Santa Sede, enturbiadas por la cuestión de las regalías (prerrogativas reales en asuntos de competencia eclesiástica) y desde el reconocimiento por el papa Clemente XI del archiduque Carlos de Austria como rey de España (1709), no se habían mejora

do a pesar de la concordia del 26 de septiembre de 1737. Fernando VI que, aunque regalista, deseaba llegar a un acuerdo, firmó el Concordato en 1753 con el papa Benedicto XIV, por el que este reconocía el derecho universal de patronato en todo lo que no contradijera a los patronatos particulares, y concretamente al rey de España el derecho de nombrar y representar, en todas las iglesias metropolitanas, catedrales, colegiatas y diócesis, las dignidades, canonicatos, prebendas y beneficios de cualquier clase, excepto los que se reservaba el Papa.

Pese a todo esto, la neutralidad española resultaba cada vez más difícil de mantener dada la creciente tensión entre Francia e Inglaterra, que llevó al estallido de l
a Guerra de los Siete Años en 1756.

España no podía mantenerse al margen de este conflicto, debido a su trasfondo colonial. La guerra se generalizó pronto a todo el continente, mientras Fernando VI hacía denodados esfuerzos por escapar a sus implicaciones internacionales. La colaboración de España interesaba a todos los contendientes y el monarca español recibió propuestas de todos ellos. Los ingleses llegaron a ofrecer la devolución de Gibraltar a la soberanía española. A pesar de las presiones internacionales, más por incapacidad de resolución que por una firme determinación política, no llegó a tomarse ninguna resolución respecto a qué papel habría de desempeñar España en la guerra. La precaria neutralidad española se mantuvo así hasta la muerte de Fernando VI en 1759 y, tras esta, Carlos III habría de inclinar la balanza hacia el lado francés, en virtud de los pactos de familia entre los Borbones.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Venta del Patrimonio Real. Siglos XVI y XVII

La acumulación y perduración de guerras de Religión y civiles en España entre los siglos XVI y XVII dieron lugar a unas circunstancias que facilitaron una serie de cambios socio-institucionales.

Debido a la cantidad de dinero invertida en guerra, ya sea por armamento, alimento, refugio etc. El monarca estaba necesitado de obtener recursos con los que abastecer a sus ejércitos y hacer más seguras sus ciudades, fortificándolas y facilitando ayuda militar para defender las ciudades de las tropas enemigas. A causa de este gasto de dinero Felipe IV y Carlos II de España, coincidieron en hacer una política de alivio fiscal y una búsqueda de impuestos que fueran menos gravosos para la sociedad.

Felipe IV

Así fue como comenzó la enajenación de títulos nobiliarios o del Patrimonio Real, este recurso se dio en el último cuarto del siglo XVI y en el primer tercio del siglo XVII. Estas enajenaciones del Patrimonio Real se canalizaron por medio de los Corregidores, más adelante estas enajenaciones dieron lugar a desestabilizaciones de los gobiernos locales, así pues se intensificaron las ventas de villazgos.

Fue por lo tanto estas ventas de villazgos lo más característico del proceso de enajenaciones de los siglos XVI y XVII , pues en el corregimiento de Chinchilla se vendieron: La Gineta (1553), Alpera (1556) y el señorío de Pozorrubio (1615). Por otro lado, la obtención de villazgos en el valle de Ricote y Alguazas se dieron en contexto de las presiones de las comunidades agrarias y para suavizar las cargas económicas. No obstante, los nuevos villazgos obligaron a endeudarse a las poblaciones, lo cual en un principio fue bien aceptado, pero más adelante tendría sus repercusiones.


Felipe II


Finalmente en el reinado de Felipe II se autorizó la venta de baldíos, aunque tuvo mas importancia la venta de señoríos jurisdiccionales a costa del realengo y del Patrimonio Eclesiástico. Además hubo una tendencia a la consolidación de las oligarquías, a la patrimonialización del poder concejil y a la apropiación del territorio municipal.


Fuentes:

-Books.google.es -> España en los siglos XVI y XVII.


-Libro/artículo facilitado por el profesor David Alonso García de la UCM.

-Imágenes google.

lunes, 14 de noviembre de 2011

El resumen de último capitulo Los Austrias en ultramar

El resumen de último capitulo Los Austrias en ultramar




1. Las causas del descubrimiento
En primero lugar, España ya ha finalizado su Reconquista . tenía nuevas ambiciones territoriales.

En segundo lugar, los turcos conquistaron Constantinopla y obstaculizaron las vías tradicionales de comercio con Oriente. Por eso, se hizo necesario encontrar nuevas vías marítimas para acceder a los productos de lujo del oriente.

En tercero lugar,de la época promovió el afán de aventuras, fama y riqueza, y unidas al deseo de extender catolica.

Por último. En el aspecto técnico, mejoró la orientación en el mar, con la generalización de la brújula y del astrolabio, progresó la cartografía y se construyeron nuevos barcos, como la carabela.







2 Los viajes
En 1492. Los Reyes Católicos accedieron a financiar la expedición y firmaron con
cristóbal colón. Las capitulaciones de Santa Fe.
El 12 de Octubre ,Los tripulantes de las naves de colón divisaron las primeras islas
antillanas de nuevos territorios.
En 1494. Castilla y Portugal firmaron un tratado, Este documento trazba un meridian
imaginario (llamado el meridiano papal) a 370 leguas al Oeste de las islas de Cabo
Verde. Las tierras situadas al Oeste de esta línea serían para Castilla y las al Este
para Protugal. Como consecuencia Portugal se estableció en Brasil.
Entre 1519 y 1522 Magallanes inició la primera vuelta al mundo.








3 La conquista
Los dos principales hitos coloníales de Austrias fueron la conquista de Mexico y del perú.
El primero entre 1519 y 1521. y el segundo unos años despues. Sus protagonistas
fueron Hernàn Cortés y Francisco Pizarro. que superios azteca e inca, respectivamente.
En 1518 partió de Cuba una expedición dirigida por Hernàn Cortés, que desembarcó en territorio mexicano y fundó la ciudad de Veracruz.
En 1531 comenzó la conquista del imperio inca, que se extendía por Perú, Ecuador, Bolivia y parte de Chile. Dirigió la expedición Francisco Pizarro.
En la mismo época, se exploraron Florida, Texas y California en América del Norte. Más al sur, se conquistó Chile, se recorrió el Amazonas y fundó Buenos Aires.






4 La organización
En el gobierno central de Castilla se crearon dos órganos para la administración de las
colonias: El consejo de indias controlaba todos los asuntos américanos y La casa de
contratación dirigía desde sevilla el comercio con América.
En toda la América colonizada se impusieron la legua, la cultura y la religión de los
españoles. Las milenarias culturas indígenas murieron.

viernes, 28 de octubre de 2011

¿Qué papel político juegan las Cortes en el Reino de Aragón?


Las Cortes de Aragón eran asambleas políticas integradas por representantes de los diferentes estamentos de la sociedad:

1.nobiliario
2.eclesiástico
3.popular

Estamento es un término con origen en el latín stamentun que refiere a un estrato de la sociedad. Dicho estrado o grupo queda delimitado o definido por un estilo de vida común y una función social análoga a todos sus integrantes
La constitución de las cortes se produjo en el momento en que las reuniones extraordinarias de la Curia Regia (judicia real), formadas por oficiales reales, magnates y jerarquías eclesiásticas, se sumaron los procuradores de las ciudades.

La incorporación del estamento ciudadano de los órganos de gobierno se debió a la necesidad de los reyes de hacer frente a las dificultades financieras y de contar con el apoyo de las villas y ciudades para contrarrestar el excesivo poder de la nobleza.
En la Corona de Aragón cada uno de los núcleos políticos que la integraban:

  1. el Reino de Aragón
  2. el Principado de Cataluña
  3. y el Reino de Valencia mantuvieron sus propios cortes.
Aunque no hay noticias precias, la burguesía catalana debió acudir por primera vez a lo que en esos momentos se conocía como asambleas de paz y tregua en 1213.

- en Aragón la primera reunión de cortes parece datar en 1274
- y en Valencia tenemos constancia de que se produjo en 1283



Inicialmente las cortes actuaron como un organismo político que limitaba el poder real. Prueba de ello es que de las cortes emanaron organismos como las disputaciones, que controlaban el desarrollo de los acuerdos tomados en sus reuniones.
Por otro lado los monarcos de la Corona de Aragón, después de su proclamación estaban obligados a jurar ante las cortes de cada uno de los reinos que respetarían sus respectivos fuerzos.
Las Cortes del Reino de Aragón se componían de cuatro brazos:
  1. alta nobleza
  2. baja nobleza
  3. alto clero
  4. estado llano


representando este último por los sindicos de las ciudades.
La convocatoria era prerrogativa de los reyes, pero en 1283 se comprometieron a reunirlas todos los años y desde 1307 cada dos años. En ellas, además de votar los impuestos extraordinarios y de presentar peticiones concretas.
El justicia mayor debía resolver los posibles agravios cometidos por el rey, o por los oficiales públicos contra los estamentos.
Aunque no puede afirmarse que las cortes aragonesas tuvieron facultades legislativas, en el Privilegio General aprobado en 1283 se establició la norma de que los reyes solo se pudieran hacer en cortes.
Desde 1412 al disolverse las cortes continuaba en funciónes de una delegación, conocida como Disputación de Aragón, que tenía la misión de recaudar y administrar los subsidios votados en la reunión.

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Por qué se le considera al conde-duque de Olivares un gran estadista?

La calificación de estadista se le da a una persona con una gran experiencia en los asuntos del Estado y éste era descrito así incluso por sus enemigos.

Era el menor de dos hermanos, hijos del entonces Conde-duque de Olivares, por lo que parecía que su destino sería seguir la carrera eclesiástica. Estudió durante cuatro años en Salamanca y fue en ese tiempo cuando le comunicaron la muerte de su hermano. Ante este inesperado hecho, Gaspar de Guzmán y Pimentel Rivera y Velasco de Tovar, nombre original del conde-duque, se convirtió en heredero y a la edad de 20 años ocupó el cargo del padre tras su fallecimiento. Se enamoró de su prima Doña Inés de Zúñiga y Velasco, además si se casaba con ella fortalecería la unión entre las dos familias, la de Zúñiga y la de Guzmán, consiguiendo así mayor poder. Debido a esto gastó parte de la herencia que le había dejado su difunto padre para conquistarla y posteriormente contraer matrimonio.





Cuadro de Diego Velázquez
representando al
conde-duque de Olivares
a lomos de un caballo.













El conde-duque de Olivares quería ascender rápidamente en sus cargos, sin embargo, se encontró con un insospechado rival, el duque de Lerma, valido de Felipe III quien frenó su ascenso a causa de que lo humillaba constantemente ya que temía perder su privilegiado puesto. Ante esto Gaspar se retiró a Sevilla, pero era un hombre muy sensato y lo que hizo fue convertirse en confidente del heredero a la corona, el futuro Felipe IV. Supo ganarse su confianza haciéndole regalos y alentando sus aficiones, tales como el deporte o el teatro. Así pues, cuando Felipe IV se sentó en el trono, el conde-duque de Olivares, tras unos cargos menores, escaló hasta ser nombrado valido.

Tenía en mente una serie de estrategias ya fraguadas para conseguir poder. Por ello lo primero que hizo fue eliminar de la corte a los miembros de las facciones de Lerma y Uceda colocando en su lugar a allegados suyos. De esta manera, se aseguraba obtener el poder deseado y los privilegios necesarios para organizar el estado a su antojo, sin demasiada oposición.

El conde-duque de Olivares ansiaba ante todo que la monarquía hispánica volviese a obtener la gloria de épocas pasadas, por ello impulsó una serie de reformas revolucionarias hasta el momento. Una de ellas se trataba de la del Gran Memorial (1624), con esta reforma lo que pretendía Gaspar de Guzmán era marcar a Castilla como modelo a seguir y la futura unión con Aragón, dando lugar al preámbulo de lo que hoy conocemos por España. La otra, se trataba de la Unión de Armas, que obligaba a todos los territorios a reclutar a un número determinado de soldados para conseguir un ejército permanente y evitar así la imagen del anterior ejército formado en su gran mayoría por mercenarios. Esta última reforma fue muy controvertida y causó la sublevación y la posterior independencia de Cataluña y Portugal.










Último retrato
de Felipe IV
a la edad de
cincuenta y dos años
por Diego Velázquez.













El conde-duque tenía en mente formar una monarquía más cohesionada y más ejecutiva, y sus reformas no estaban del todo mal pensadas, pero el obstáculo que encontró fue la oposición de los poderes locales representados en las Cortes. Quiso llevar a cabo otro intento de reforma en 1627-1635 de manera autoritaria, pero se encontró con aún más resistencia, y debido a la cantidad de conflictos que estaban ocurriendo en ese momento su situación diplomática empeoró. A pesar de los grandes esfuerzos que realizó, acumuló bastantes detractores y fue el blanco de una lluvia de críticas por lo que, después de ser destituido, Felipe IV lo desterró a la villa de Toro y en 1644 fue procesado por la Inquisición.



Fuentes:
- www.retratosdelahistoria.lacoctelera.net
- imágenes google
- Apuntes del profesor David Alonso García de la UCM.


miércoles, 12 de octubre de 2011

FELIPE II

Hablaremos de Felipe II en base a lo narrado en el capítulo 3 del libro "Breve historia de los Austrias", de David Alonso García.
Felipe II, apodado "el prudente", gobernó entre 1556-1598, debido a que Carlos V abdicó en él, puesto que estaba algo hastiado de los diversos conflictos que experimentaba y pensó que, dejándole el trono a Felipe, se solucionarían los problemas.
Con este monarca, hijo de Carlos V, la dinastía alcanzó su máximo esplendor, debido a la gran dedicación de Felipe a los asuntos concernientes al trono.
Los territorios que poseía Carlos V fueron repartidos por este entre su hermano Fernando y Felipe, dejando a este último
España, territorios italianos, americanos, los presidios africanos, el Franco Condado y Flandes.
Felipe II fijó la Corte en Madrid, en 1561, haciendo así de Madrid una ciudad próspera y concurrida.
En cuanto a la vida personal de Felipe, hemos de decir que se casó en numerosas ocasiones. Uno de estos matrimonios lo contrajo con María Tudor, quien ascendió al trono inglés en 1553, convirtiendo así a Felipe en rey consorte de Inglaterra. En 1558 María murió y, un año después, Felipe se casó con Isabel de Valois, hija de Enrique II de Francia, teniendo con ella dos hijas. Su último matrimonio fue con Ana de Austria, del cual nacería el futuro Felipe III.
Durante el reinado de Felipe II se consiguieron grandes victorias como San Quintín y las Gravelinas, de modo que Felipe mandó contruir el monasterio de El Escorial con el fin de celebrar dichos triunfos.



Monasterio de El Escorial, construído en conmemoración a la victoria obtenida en San Quintín el 10 de agosto de 1557.









Destacan también las luchas con los berberiscos, para doblegarlos y recuperar plazas como Orán, Mazalquivir o Trípoli de sus manos, obteniendo éxito en las dos primeras, pero fracasando en Trípoli. En el interior de la península, los moriscos se sublevaron en las Alpujarras (1568) debido a que eran sometidos cada vez a más presión e intolerancia por los cristianos puesto que conservaban su religión. Además, hay que añadir que los moriscos apoyaban y ayudaban a los turcos. Esta revuelta morisca fue aplastada, gracias a refuerzos cristianos provenientes de Italia.
Por otra parte, los Países Bajos se rebelaron por motivos religiosos y políticos, al mando de Guillermo de Orange, así que Felipe II encargó a Alejandro Farnesio que llegara a una serie de acuerdos con los rebeldes para solventar el conflicto.
Felipe consiguió también hacerse con Portugal.
Envalentonado, digamos, como estaba nuestro monarca por tantos éxitos militares, decidió hacerse con Inglaterra, que además en esos momentos profesaba el anglicanismo, algo que no gustaba a lo católicos. Así pues, se creó la Armada Invencible para tal fin, nombre este un tanto paradójico puesto que finalmente fue un estrepitoso fracaso. Este hecho, la derrota sufrida, convertiría a Inglat
erra en una enconada enemiga de España.




La Armada invencible. Intento español de hacerse con Inglaterra. Aquí, la pintura de Philippe-Jacques de Loutherbourg, "Derrota de la armada invencible".






Este suceso fue un aviso de las dificultades que comenzarían a surgir en el reinado de Felipe II, pues ya se empezaban a experimentar graves problemas económicos (bancarrotas), debido a lo cual se aumentaron los impuestos hasta de artículos de primera necesidad. También asolaba a Castilla la enfermedad, como las pestes.
Hechos todos ellos nefastos hacia el final del reinado de Felipe II.